Tratamiento

Actualmente no existe cura para la fibrosis quística. Sin embargo, los pacientes con FQ necesitan atención médica continua. El equipo del Centro de Fibrosis Quística de su UNM lo ayudará a crear un plan de tratamiento eficaz. 

El equipo de la UNM está formado por neumólogos especializados, enfermeras, terapeutas respiratorios y más. Aquí, también puede acceder a lo último en tratamientos para la FQ a través de ensayos clínicos.

Tratamientos de medicación

Antibióticos son el tratamiento principal para los problemas pulmonares relacionados con la FQ. Tratan infecciones de las vías respiratorias como neumonía y bronquitis. Anti-inflamatorio Los medicamentos, como los esteroides inhalados u orales y el ibuprofeno, pueden ayudar a relajar las vías respiratorias.

broncodilatadores son fármacos inhalados que relajan los músculos que rodean las vías respiratorias. Estos, junto con la fisioterapia para el pecho, ayudan a aflojar y eliminar la mucosidad.

Fármacos adelgazantes de la mucosidad reducir la pegajosidad del moco en las vías respiratorias. Estos incluyen DNasa humana, que afloja la mucosidad en los pulmones y la solución salina hipertónica, una solución de agua salada para eliminar la mucosidad.

Si padece problemas digestivos causados ​​por la FQ, puede beneficiarse de los enemas, medicamentos para reducir el ácido del estómago o terapia nutricional.

Técnicas de respiración

Un terapeuta respiratorio puede enseñarle técnicas de respiración para ayudar a limpiar sus pulmones y abrir sus vías respiratorias. Éstas incluyen:

  • Respiración cíclica activa (ACB): ejercicios de respiración profunda que pueden aflojar la mucosidad de los pulmones y ayudar a abrir las vías respiratorias.
  • Tratamientos a domicilio—Incluyendo la tos bufada y la fisioterapia para el pecho
  • Técnica de espiración forzada: implica forzar un par de respiraciones o resoplidos y luego relajar la respiración.

Opciones de estilo de vida saludable

Es importante tomar decisiones saludables para reducir sus síntomas. Esto incluye:

  • Evitar el humo del tabaco
  • Hacer fisioterapia de tórax a diario
  • Bebiendo mucha agua
  • Comiendo una dieta saludable
  • Lavarse las manos con frecuencia para reducir el riesgo de infección.
  • Hacer ejercicio a diario